domingo, 7 de febrero de 2010

Carta reflexiva

Por Keila Ochoa Harris
Cuando río, creo que nadie alcanza a ensanchar su alma a la par de la mía.
Entonces me acuerdo de ese versículo en la Biblia que dice: “Nadie más que tú conoce realmente tus tristezas y tus alegrías” (Lenguaje Sencillo).
Así que, amigo mío, si bien no puedo profundizar en tu dolor ni alcanzar las alturas de tu dicha, permíteme rozar tu alma en algún punto medio; un punto de encuentro en esta Montaña Rusa.
No me apartes, no me alejes. Hazme un huequito en tu mundo para compartir, pues de eso se trata la amistad, el amor y las relaciones humanas.
Y no olvides todos los otros incontables textos bíblicos que nos dicen que Dios conoce, Dios ve, Dios lee nuestros corazones. En los altos y bajos de la vida, no estamos solos. Dios va delante. Dios va a nuestro lado. Dios va detrás. A veces silencioso, a veces invisible, a veces con lágrimas en los ojos, a veces riendo con nosotros, pero siempre presente.
Con todo mi amor,
Keila

Keila Ochoa Harris es una autora nueva y joven de México. Su primer libro, Los guerreros de la luz, dirige un mensaje de esperanza a la juventud y fue publicado por Ediciones Milamex en México. Su segundo libro, Retratos de la familia de Jesús, publicado por Verbo Vivo en Perú, explora creativamente lo que la vida de algunos de los antepasados de Jesús podría haber sido, sus esperanzas, dificultades e interacciones diarias. El blog de Keila, www.retratosdefamilia.blogspot.com , se lee ampliamente en la comunidad de escritores.

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