Hoy, por primera vez en mucho tiempo, leí la expresión “Contra la libertad de culto”, título del mail escrito por el Pastor Guillermo Prein, y temí por aquellos que siempre luchamos por profesar libremente nuestra Fe y por todos aquellos que hacemos lo imposible por construir una sociedad asentada en los valores que nos unen.
Desde el día en el que asumí como Diputada de la Nación, me comprometí como cristiana evangélica a tomar la bandera que muchos han estado levantando durante más de 20 años, intentando que nuestras iglesias dejen de ser interpretadas como fundaciones, clubes u ONGs para ser consideradas como instituciones religiosas respetadas y reconocidas legalmente.
Por este compromiso asumido es que me he reunido con las principales organizaciones que aglutinan a la mayoría de las iglesias evangélicas de nuestro país, entre ellas FECEP y ACIERA (entre cuyos afiliados se encuentra la iglesia CCNV a cargo del Pastor Guillermo Prein), a fin de transmitirles mi intención de promover el tratamiento formal de la ley.
Luego de recibir la manifestación de interés explicita de dichas organizaciones, conformé un equipo de profesionales que durante estos 3 años han analizando los diversos proyectos previamente presentados, realizado legislación comparada internacional, asistido a seminarios y se han reunido con especialistas en la temática así como con representantes de otras religiones.
Asimismo, en la última etapa se logró consensuar nuestro proyecto con el elaborado por la Secretaría de Culto de la Nación, que a su vez fuera el resultado de un trabajo mancomunado con diversas organizaciones religiosas.
Finalmente, luego de diversas dificultades administrativas y políticas, nuestro proyecto fue aprobado en el seno de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto el pasado 11 de Agosto de 2010.
Previo a su aprobación en comisión, el trabajo realizado y comentado anteriormente concluye el 29 de abril de 2010 a las 9.00 hs con la presentación del Proyecto de Ley ante los Diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, contando con la presencia y discursos de apoyo de la mayoría de las organizaciones e instituciones religiosas representadas en nuestro país, incluyendo a las máximas autoridades de las entidades evangélicas citadas anteriormente.
Los puntos fundamentales de la ley son:
- Las confesiones religiosas dejarán de ser consideradas jurídicamente como clubes, fundaciones u ONGs para pasar a ser reconocidas como Iglesias.
- Las escuelas confesionales tendrán libertad de enseñar sobre los valores que sostienen su Fe y podrán negarse a incluir en su currícula temas que atenten contra dicha Fe
- Los ministros religiosos tendrán los mismos derechos que los que actualmente poseen los de la Iglesia Católica.
- Los templos y lugares pertenecientes a cada religión pasarán a ser lugares sagrados y no podrán ser embargados o puestos en riesgo.
- Los ministros religiosos gozarán de una reglamentación que les otorgue libre acceso a las cárceles, hospitales, asilos y cuarteles para poder brindar ayuda espiritual.
- Las instituciones religiosas poseerán el derecho a utilizar los medios públicos de difusión de acuerdo a como lo establece la ley.
Por otro lado, acaba de obtener media sanción una Ley Antidiscriminación que agrava enormemente nuestra situación como cristianos, razón por la cual la ley de Libertad Religiosa actuará como contrapeso en defensa de nuestros derechos. En este sentido, la ausencia de legislación nos dejará huérfanos.
Durante todos estos años he sido totalmente transparente. He invitado y han participado las principales organizaciones evangélicas, representantes de otros credos e instituciones públicas y privadas como el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR) y la Secretaría de Culto de la Nación, con quienes logramos consensuar la ley que finalmente fue aprobada en Comisión, plasmando en ella todos los proyectos previos.
Por todo lo expuesto, hoy puedo decir con certeza que tengo Paz en mi corazón delante de Dios (a quien debo mi vida) y de todos ustedes (a quienes me he brindado como hermana y ciudadana) por haber hecho todo lo necesario, sin pretensiones personales, para que los evangélicos seamos reconocidos y respetados en nuestros derechos dentro de nuestro querido país.
Que Dios los bendiga grandemente
Cynthia Hotton
Diputada de la Nación
Valores para mi País
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