Hablar del Medio Oriente es asociarlo con terrorismo, violencia e Islam, pero en realidad en esa franja de la tierra miles de musulmanes se convierten a Jesús. Este es el mensaje que presentó en la Conferencia del Movimiento de Lausana en Ciudad del Cabo el fundador de Elam Ministries Sam Yeghnazar, quien trabaja arduamente en Irán.
Cuando se celebró el primer congreso de Lausana en 1974 sólo se totalizaban unos 500 cristianos iraníes de origen musulmán, pero hoy 30 años más tarde se puede afirmar que el número de musulmanes convertidos al cristianismo ha aumentado más que los que se han convertido en los últimos 1.300 años.
“Hoy en día Irán es una tierra cerrada con incontables corazones abiertos”, señaló Yeghnazar. “Es el país más abierto al Evangelio en todo el mundo. Decenas de miles de iraníes se están volviendo a Cristo.”
“Traicionados por el gobierno, desilusionados con la religión, deprimidos por el panorama del futuro, los iraníes, cuando conocen al Señor Jesucristo, son transformados completamente. Proclaman a Cristo en el mercado. Familias enteras, hombres y mujeres, se están volviendo a Cristo”.
Hace dos semanas, dos de las personas discipuladas por Yeghnazar fueron encarceladas y en menos de una semana convirtieron a seis personas a Cristo en la cárcel.
En la misma exposición un cristiano palestino Salim (no se divulgó su apellido por razones de seguridad), habló sobre la esperanza de la paz verdadera en el Medio Oriente a través de Cristo. Al comprender la muerte de Jesús en la cruz, los cristianos palestinos “desecharán el veneno del odio” y se verán obligados a recurrir a la paz y la justicia en el mundo.
“Anclando nuestra identidad en el Mesías, podemos abrir el corazón de musulmanes enojados y temerosos de los soldados judíos en los puntos de control”, señaló Salim. “[Hay] un Ser Divino que puede cambiar los corazones de piedra a carne.”
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