El 18 de octubre recién pasado, el Presidente del Perú, Alan García Pérez; promulgó la ley que declara al Señor de los Milagros Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica de la República del Perú. Esto trajo una posición en contra del pueblo evangélico peruano.
La norma, que fue aprobada previamente por el Congreso de ese país, declara asimismo al “Cristo de Pachacamilla” símbolo de religiosidad y sentimiento popular. El Mandatario promulgó dicha ley durante el homenaje que rindió a la sagrada imagen, desde el balcón de Palacio de Gobierno.
De otro lado, El pastor evangélico y actual líder del partido político Restauración Nacional, Humberto Lay (en foto superior), calificó de “inconstitucional” la ley que declara al Señor de los Milagros como Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú. “El Estado peruano es laico, es un país plurireligioso y no debe haber, porque lo manda la Constitución, ningún tipo de discriminación por causa de la fe”, declaró Lay afirmó que el Estado no puede pronunciarse y decir “tienen que votar por determinada religión” que, a su parecer, hizo el gobierno al promulgar esta ley sobre el Señor de los Milagros.
La reacción de Lay difiere en gran medida de la también pastora evangélica y congresista Alda Lazo, quien en el Pleno de Congreso el pasado 7 de octubre no mostró reclamos sobre el proyecto aunque sí señaló que se debía recalcar que era patrono de la espiritualidad “católica” y no cristiana en general.
Cabe indicar, que la Constitución Política del Perú, señala en artículo 2 inciso 2. “A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”.
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