El viejo campesino de Moca, simplemente se encogió de hombros y siguió
con sus quehaceres.
Pasado un rato, el ganadero escucha unos gritos y logra ver al empleado del gobierno corriendo por su vida, seguido muy de cerca por un toro cebú. El toro va ganándole terreno y el tipo, visiblemente aterrado pide ayuda a todo pulmón.
El ganadero cibaeño de inmediato deja todo lo que estaba haciendo y corre hasta la cerca, gritándole a su vez:
¡¡¡¡....Ei Cainé..Ei Cainé... ENSEÑELE Ei CAiNEEEEEE... !!!!!!
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