“No te dejaré si no me bendices”
Génesis 32:26
Un pastor muy famoso en mi país, cada vez que termina una oración dice esas palabras de Génesis 32, verdaderamente muchos de nosotros estamos peleando por una bendición, esperando que Dios nos responda y encontrar la palabra que necesitamos, que Dios provea esa bendición económica que estamos necesitando pero nos cansamos y dejamos de buscar en la presencia de Dios lo que necesitamos.
En ocasiones pensamos que Dios no nos escucha o no nos quiere responder, cuando realidad solamente está probando tu perseverancia en aquello que le estas pidiendo.
Cuando somos niños les rogamos a nuestros padres que nos compren ese par de zapatos tenis que tanto nos gusta, ese juguete que siempre quisimos tener, les pedimos y hasta que logramos convénselos de que nos lo compren no estamos a gusto.
Dios no quiere que tu le ruegues, pero si espera de ti dos cosas: primero que tengas fe que lo que le estas pidiendo Él te lo puede dar y que te lo va a dar siempre y cuando sea de bendición para tu vida (Jesús no te dará un carro cuando sabe cuando lo tengas te olvidaras de Él o que te mataras en ese vehículo); y segundo, Dios quiere que seas persistente, que le pidas con todo su corazón, no solamente cosas materiales sino también espirituales, Dios quiere que le pidas por esa provisión económica y de la misma manera que le pidas por una doble porción de su Espíritu Santo .
En mi caso personal la petición que mantuve por años ante Dios (increíblemente no fue encontrar una buena esposa que dicho sea de paso sí me la dio) fue la conversión de mi madre, oré por el término de cinco años para que produjera un cambio y un arrepentimiento genuino en su vida.
No les miento que hubieron días que en lugar de pedirle a Dios por su conversión le reclamaba el porqué mi madre aún no era cristiana, muchas veces dude de lo que Dios podía hacer en su vida pero siempre Dios responde.
Después de cinco años de clamor Dios en un mes de junio del año dos mil uno mi madre llegó a los pies de Cristo, hoy es una fiel servidora de la iglesia y una mujer de oración.
Lo que quiero motivarte en esta oportunidad es que no dejes de pedirle a Dios hasta que te bendiga, ÉL quiere darte muchas cosas, ha prometido abrir las ventanas de los cielos para ti, tanto para darte lo que necesites en lo material como en lo espiritual, así que no te canses.
Pídele a Dios hasta que te bendiga, así como Jacob lucho con ese ángel por una bendición y él lo logro, Dios hizo de él una gran nación de la cual hoy en día es constituido el Pueblo de Dios.
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