“Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti”.
Salmos 119:10-11
Señor:
Yo te busco como al agua y el aire. Eres indispensable para mí. Necesito de tu agua y de tu aire. Mis pensamientos están contigo desde que me levanto hasta que llega la noche y me duermo. Tú eres vital para mi existencia. Me impulsa a buscarte mi amor por ti. No por lo que me das, sino porque lo mereces. Porque tu amor me conmueve. Porque tu amor me ha alcanzado y tu gracia me ha hecho feliz. Tus misericordias me benefician cada día y por eso de ellas cantaré y escribiré.
Me deleito en tus palabras y promesas, pues sé que serás fiel en cumplirlas. Escribe en mi corazón tus mandamientos. Sopla sobre mí tu voluntad, hazme andar en tu verdad. Por favor, no sueltes mi mano.
Te necesito dirigiendo siempre mi vida. Tú eres mi centro y mi norte. Sin ti en mi vida todo lo demás sobraría.Haz que el fuego de tu Espíritu Santo me limpie y me purifique. Que yo siempre pueda andar en integridad y verdad. Quiero ser un vivo ejemplo de cómo tú como divino Alfarero haces de nosotros hermosas vasijas. Dame esa forma especial y única que quieres que tenga. Que aunque el proceso duela, yo sea paciente y sepa aguantar las altas temperaturas. Porque yo sé que tú sabes siempre lo que es mejor para mí.
Penetra en cada rincón y célula de mí ser. Te doy permiso de intervenir en cada área de mi vida que necesitas restaurar. Yo te busco porque sé que a ti y solo a ti, únicamente puedo encontrarte. Me hace tan feliz saber que cuento con tu asistencia. Por eso vivo tan enamorada de ti. Estoy apasionada y por siempre quiero oler a ti.
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