jueves, 16 de septiembre de 2010
El protestantismo alemán perdió casi la mitad de sus fieles en los últimos 60 años
En el año 2009, el número de católicos en la tierra de Lutero superó por primera vez al de protestantes. Esto se debe sobre todo al progresivo declive del protestantismo, que cuenta con la mitad de fieles que tenía tras la segunda Guerra Mundial. El teólogo alemán Bernhard Kaiser explicó a Protestante Digital las principales razones de este declive progresivo.
En el año 1950, los protestantes alemanes eran 42,2 millones. En el 2009, la cifra alcanzó sólo los 24,2 millones, con una disminución del 42,7 por ciento. Por el contrario, los católicos han pasado de los 23,2 millones en 1950 a los 24,9 millones en el 2009, lo que supone un incremento del 7,3 por ciento. Unas cifras que el vaticanista Sandro Magister considera consecuencia de «la influencia del modernismo y la teología liberal en las iglesias protestantes de Alemania», con la aceptación del divorcio, el matrimonio homosexual e incluso el aborto libre y la eutanasia activa. Bernhard Kaiser es Doctor en Teología y fundador y director del Instituto de Teología de la Reforma, situado cerca de Frankfurt. En opinión de Kaiser, hay varias cuestiones que explicarían este declive, aunque señala que la principal es teológica. «Se han abandonado los cuatro ´solos´ -fe, gracia, Escritura, Cristo- de la Reforma», que para las iglesias protestantes liberales no son «más que una fachada», sustituyéndolos por «ideas de la teología liberal», explicó el teólogo en la entrevista.
También apunta Kaiser que, como consecuencia, las propias iglesias son «culpables» de esta situación porque «han dejado de predicar el Evangelio, han dejado de predicar la ley de Dios, y se han conformado con el espíritu de lo correcto en lo político y lo social», explicó. Junto a este abandono del mensaje, la iglesia protestante ha dejado que surja una «tradición cristiana que no reclama la fe individual y consciente». Por tanto, para que una persona sea aceptada en la comunidad cristiana «no se reclama la conversión, sino que uno puede ser cristiano en formas exteriores, siguiendo los ritos comunes y perteneciendo formalmente a la iglesia».
Kaiser coincide con Sandro Magister en cuanto a los efectos de la teología liberal. Una teología ahora «dominante» y que «de forma obsesiva ha abandonado las posiciones tradicionales de la fe cristiana», entre ellas, doctrinas fundamentales como «una negación del sacrificio real, vicario y satisfactorio de Jesucristo», negación que comenzó a predicarse desde la teología liberal en el siglo XVIII.
HISTORIA DEL DECLIVE
Bernhard Kaiser repasó la historia de la iglesia protestante en Alemania, la cual «era estatal hasta 1918». «Muchos sólo por vivir en un estado protestante eran miembros de la iglesia luterana, unida o reformada» y por eso todavía en los años 50 muchos «formaban parte de la iglesia protestante» a la hora de contabilizar el número de protestantes.
En la posguerra, con la división de Alemania y la aparición de la República Democrática de Alemania ésta se convierte de facto en un Estado ateo que prohíbe cualquier iglesia. Esto está también en la raíz de la disminución del número de protestantes, especialmente si hablamos de porcentajes, ya que al reunificarse posteriormente ambas Alemanias se incorpora un alto porcentaje de población sin creencia alguna.
A la vez, en la República Federal Alemana las personas fueron «cancelando progresivamente su membresía protestante. En parte para no pagar impuestos». Este factor económico está pues también presente en el «considerable declive» de la membresía protestante, porque los miembros formales de la iglesia pagan un impuesto al Estado que se destina luego a las iglesias, en virtud de los acuerdos entre la iglesia protestante y el Estado.
Otro factor -destacado para Kaiser- es que «vivimos en un tiempo postmoderno» en el que se promulga que «no hay una verdad absoluta». Para el teólogo, la influencia de este pensamiento está detrás de las decisiones de la iglesia escandinava o alemana en cuanto al matrimonio cristiano homosexual, la eutanasia activa o el aborto libre. «Donde la Palabra de Dios no vale, el hombre se sienta en el lugar de Dios y hace lo que estima conveniente», advierte.
Así, en este relativismo el hombre postmoderno ha perdido la esperanza en la razón y, a la vez, la religión pasa a considerarse «una convicción subjetiva» más que una fe activa. En contra de esta visión se levanta la realidad defendida por la fe cristiana de «un Dios que se ha revelado». Kaiser ha escrito ensayos y libros respecto a esta doctrina, que considera fundamental para combatir «el relativismo de nuestros tiempos». «Tenemos la revelación en la Biblia, es decir, tenemos la verdad en palabras humanas», concluye Kaiser.
ESPERANZA DE CAMBIO
A pesar de que la situación general no invita al optimismo, Kaiser recuerda que todavía hay algunas iglesias protestantes que sigan fieles al mensaje del Evangelio. «Las iglesias libres, formadas en el siglo XIX, pero también otras en los últimos años, en congregaciones independientes, poco organizadas, pero todos juntos son una minoría. Unas 300.000 personas». Esto lleva a que «la imagen del protestantismo» sea «bastante confusa». «Sólo en algunas iglesias locales veo un genuino protestantismo».
Hacia este genuino protestantismo se dirige el trabajo del Instituto que dirige Kaiser. «Viendo que la iglesia se renueva por la Palabra de Dios, la meta del instituto es publicar sermones fieles a la Biblia» a través de la web, y también publicar libros a nivel científico y teológico, como catedrático en Teología Sistemática.
Kaiser concluye recordando que la iglesia «se renueva por la Palabra de Dios» y presentarla «de forma clara, pura, es un reto muy importante para nuestros tiempos. Siempre ha sido el reto más importante. Confiemos en el poder de la Palabra de Dios, él construye su iglesia. No la salvamos nosotros, Cristo la ha salvado».
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