El parque de Bolívar, frente al palacio de Gobierno Distrital, sirve como escenario de esta maratónica jornada marcada por la espiritualidad y la fe, cuyo inicio fue el jueves también a las 8 de la mañana.
Un atril, un parlante y un micrófono, son los materiales que se emplean en este evento del cual, hasta anoche, habían participado 120 personas.
Jaime Rodríguez Rivera, cristiano evangélico y uno de los motivadores, manifestó que el objetivo es imponer un récord de lectura a nivel nacional, pues el vigente, establecido en Armenia, se encuentra en 72 horas y 43 minutos. Comentó que esta tarea se encuentra coordinada por la dirección nacional de misiones a través de las asambleas de Dios.
“Esta es una oportunidad para que quienes valoran la Biblia como la palabra viva de Dios, tengan la ocasión de hacer una lectura o bien escucharla, disfrutarla y meditar en ella”, dijo Rodríguez Rivera.
En el parque de Bolívar las opiniones de los concurrentes sobre el tema se dividen. Mientras el gran número de personas sostiene que “es sano y de gran beneficio porque alimenta el alma”, otros, muy pocos por cierto, consideran que “se equivocaron de lugar”.
Harold Hernández, un gestor social de la ciudad, afirma que le agrada escuchar la palabra de Dios. “Permite a mucha gente del común que no tienen tiempo para ir a los templos poder escuchar el mensaje”, expresó.
Alfonso Mestre, empleado de la Alcaldía, dijo que es bueno porque sin querer está oyendo la palabra de Dios. “La verdad es que tengo Biblia en la casa pero nunca la he leído y esto me ha entusiasmado”, precisó.
El dirigente comunal Julio César Candia sostiene que estas personas deben ocupar el lugar que les corresponde en sus iglesias. “Esto perturba al turista y al samario”, puntualizó.
“Ese es el tema de esa gente (los cristianos) quieren que todos opinen como ellos”, subrayó Jacinto Duarte, vendedor de frutas.
“No es proselitismo religioso”
A los conceptos que denotan inconformismo, Jaime Rodríguez Rivera respondió que “es hermoso vivir en un país libre, donde la gente es dueña de su culto”. “No estamos haciendo proselitismo religioso, simplemente estamos leyendo la Biblia y con ello transmitiendo valores, especialmente el de la vida que es el que nos interesa porque éste se ha menoscabado mucho”, anotó. Según él, el hecho de estar frente a la Alcaldía los motiva a hacer más profundo el mensaje.
“La palabra de Dios nos enseña que debemos orar por nuestras autoridades y que el pueblo se alegra cuando el justo gobierna bien”. Indicó además que en las instituciones públicas donde ha sobreabundado la corrupción, debe pasar lo mismo con la gracia y el perdón de Dios. “No es de juicios, ni condenas, sino de pedir a Dios que les den sabiduría para ejercer bien su autoridad”, dijo.
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