El reverendo Graham Edwards, ministro de la iglesia, dijo: “Todo el mundo está muy mal y es muy triste el esfuerzo de renovación de todo el lugar, porque parece sin razón que alguien destruyera las cosas de la iglesia”.
Una iglesia metodista, cerca de Bradford una ciudad de West Yorkshire, Inglaterra, fue gravemente dañada en un ataque de vándalos la semana pasada. La policía confirmó que los vándalos no habían robado nada en el ataque a la Iglesia Metodista Birkenshaw, que tuvo lugar en algún momento entre la noche del domingo.
Según los agentes policíacos los vándalos quemaron biblias, sillas, himnarios, un gran crucifijo fue arrancado de la pared interior del templo.
También fueron cortados los cables de un teclado y un altavoz.
El costo de la reparación de los daños se ha estimado en 2.000 libras. La iglesia, que cuenta con una congregación de alrededor de 60 años, ha quedado sacudida por el ataque.
El reverendo Graham Edwards, ministro de la iglesia, dijo: “Todo el mundo está muy mal y es muy triste el esfuerzo de renovación de todo el lugar, porque parece sin razón que alguien destruyera las cosas de la iglesia. Esto ha alterado a las personas porque no le encuentran sentido”, dijo el pastor al periódico Christian Today.
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