Las últimas horas antes de El ser entregado por Judas Iscariote, las pasó junto a sus discípulos dándoles instruyéndoles acerca de la vida, tanto en orden físico como espiritual. Pero un punto que me llamó a la atención es el que trataremos hoy, es el asunto de La Paz.
Algo que llama a la atención es que Jesús dice que El no da una paz como el mundo la da. Ahora ¿Qué tipo de paz es que da El Mundo?
El mundo da una paz efímera, una paz pasajera, muchas veces una paz basada en mentiras, mejor dicho en multitudes de engaños, pero mas que nada, el mundo ofrece una paz emocional, Jesús nos da Paz Espiritual.
Lo primero que hace Jesús con una persona cuando lo acepta, es consolar su corazón, El en ese instante se convierte en un fuerte limpiadora, y se encarga de purificar y erradicar todo lo que tenía abatido nuestro corazón.
No obstante Jesús también llega como ese refrigerio que se necesita a la hora indicada, como ese vaso de agua fría al momento mas critico de la sequía espiritual que tenemos.
Luego de todo eso, pues Jesús viene y nos da ánimos, nos sube la defensa, nos sirve como la adrenalina necesitada, como la medicina en el momento de la tormentosa gripe, como el gatorade que nos sirve para reanimarnos.
Y para culminar el proceso, entonces El viene y nos da PAZ!!!
Ahora ¿A qué se refiere esa paz?, se refiera a tranquilidad, tanto física como espiritual, se refiere a respiro, se refiere a descanso, se refiere a perder el miedo, a perder cuidado de los que nos pueda acontecer, no es que seremos descuidado, no es que dejaremos de trabajar, no es que nos sentaremos a esperar que llueve para arriba, no es eso.
El punto es que pase lo que pase, venga lo que venga, no importe lo que suceda, estamos tranquilos, porque nuestra vida está escondida en Dios, y nosotros dependemos únicamente y exclusivamente de El.
El nos da las fuerzas para trabajar, la inteligencia para estudiar, la fortaleza para no rendirnos en los momentos difíciles, el consuelo en los momentos tristes, si tenemos que salir de emergencia a las 3 de la mañana lo hacemos sin miedo porque El es nuestro protector.
Eso es la Paz, tranquilidad en medio de la tormenta, la
Paz provee Regocijo Espiritual, porque pase lo que pase, nuestra alma está guardada por Dios.
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