sábado, 4 de septiembre de 2010

Gloria a la vista

el-cielo 
“Pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria .”
2 Corintios 4:17
¿Alguna vez has escuchado el dicho “Del tamaño del sapo está la pedrada”?
Pues el Señor dice: - Del tamaño de tu cruz, será el peso de gloria que manifestarás.
Recuerdo cuando el Señor me hablaba acerca de la prosperidad futura, una y otra vez, pero mi vida no tenía pinceladas de prosperidad. Al contrario pareciera que después de mí salvación; solo había dado vueltas en círculos.
Estuve muchas veces agotado en el desierto, y me decía a mí mismo “Aguanta, que Él no te ha salvado en vano”. Siendo mi sorpresa que leyendo la palabra, recibía el agua de la vida; y olvidaba mi desierto.
En otras muchas ocasiones me pasó por fuego, y no comprendía por qué lo hacía. Siendo mi sorpresa, que cada vez que resistía el calor; Él desprendía la escoria de mi vida y me hacia brillar cómo el oro.
En otras ocasiones tuve que avanzar a pesar del gran temor. Descubriendo, qué valiente no es el que nada teme; si no el que a pesar de su temor sigue avanzando. Siendo mi sorpresa que cuando avanzaba; el miedo se desvanecía.
En otras ocasiones mi corazón fue atribulado. Descubriendo, qué la tribulación es solamente la antesala de la gloria.
Hoy me siento alagado por el tamaño de la cruz que he cargado. Pues veo que de ese mismo tamaño, Su nombre he glorificado.
Te invito a que veas lo que hay a la vuelta de la esquina, no enfoques tu mirada en ese desierto, fuego, miedo o tribulación. Si no en la gloria que le darás a tu Señor, y claro también a esa gran bendición que te espera.
Aguanta, solo aguanta un poco más. El Señor tu Dios está a tu lado y hoy te dice:

La gloria está mucho más cerca de lo que piensas, muy pronto verás la gran cosecha.

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.”

Salmos 126:5

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