Job 6:24 NVI
En mis años de servicio al Señor he sido testigo de muchas situaciones que han ameritado una corrección, caminos que poco a poco se van torciendo y es necesario enderezarlos a tiempo para no echar a perder lo sembrado.
La palabra “corrección” no es muy llamativa, y muchos le huimos, pero si en realidad entendiéramos lo que esto es, nos daríamos cuenta que la corrección lo único que hace es hacernos mejores personas, mejores cristianos y mejores siervos.
Nadie nace sabio, todo en la vida se aprende y una persona para que sea considerada “sabia” tuvo que haber sido corregida muchas veces, tuvo que haberse equivocado mucho también y todo ello lo llevo a tener la sabiduría que ahora del o ella emana.
Lastimosamente muchos de nosotros no tenemos la capacidad o mejor dicho la humildad necesaria para entender que la corrección me hace mejor.
En la vida tendrás que experimentar momentos de corrección, momentos en los que se te llamara la atención y en donde se te dirá directamente que lo que estás haciendo no es correcto. Algunas veces las palabras serán las indicadas y muchas otras serán palabras que a lo mejor dolerán mucho, pero si aprendes a verlo desde la perspectiva espiritual entenderás que no importando el tono o el modo de las palabras de corrección llevan el objetivo de hacerte mejor.
A veces tus líderes espirituales no tendrán el carisma o la gracia necesaria para decirte en lo que has estado fallando, pero tu como buen siervo o buena sierva tienes que aprender a aceptar críticas o sugerencias. Quizá muchas de esas veces estarán equivocados de su crítica hacia ti, pero tú tienes que aprender a callar y someterte, pues el sometimiento atraerá a tu vida bendición.
Quizá hasta este punto, muchos pensaran que estoy loco, pues ¿Cómo quedarse callado ante lo que no es verdad?, pues yo te diré que en la vida he aprendido a callar cuando no tengo que hablar porque Dios es quien habla por mí, su respaldo a mi vida habla más que mil palabras y por tal razón también su respaldo hacia tu vida, hablara más que lo que a ti te gustaría decir, Dios jamás tendrá al justo por injusto.
Recuerda que el mismo Jesús en medio del camino hacia su muerte dice la Biblia que pese a todo lo que tuvo que soportar, insultos, gritos, desprecios, golpes, azotes, etc. Enmudeció y no dijo nada, para que al final dijera: “perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Todos cometemos errores, tus líderes espirituales también pueda que los cometan, pero ten seguro que sea de la forma que sea, esa situación de corrección te hará una mejor persona si tú la tomas desde la perspectiva espiritual y no desde la perspectiva humana, que lo único que quiere hacer es decir lo que piensa, sin saber que lo que piensa es correcto delante de Dios o no.
En mi vida he tenido que soportar la corrección, en muchas ocasiones injusta desde mi punto de vista, pero he aprendido a que Dios es quien levanta mi cabeza y es de quien dependo, y esas situaciones justas o injustas me han enseñado a ser un mejor hombre, un mejor esposo, un mejor servidor de Dios. No hay nada que venga que no ayude a bien.
Hoy quiero motivarte a que no te desanimes en medio de la corrección, quizá estas pasando un momentos de corrección y has pensado en tirar todo por la borda, quizá estas desesperado por las injusticias que creer que se te está haciendo, solo déjame decirte que Dios es quien ve TODO, es Él quien tiene control de TODO y no hay NADA que se le escape, por lo tanto tranquilo, reposa en El, descansa, echa tu ansiedad sobre El, pero sobre todo NO TE DESESPERES.
Las correcciones en la vida son un molde que ayuda a que nuestro carácter, nuestro orgullo y todo aquello que aun traemos de nuestra vieja vida, sean modificados para que luego de ese periodo podamos con firmeza demostrar que ahora somos mejores que antes para el Señor.
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