La cadena de televisión Al Yazira emitió imágenes de militares norteamericanos que llevaban ejemplares de la Biblia en los idiomas locales de Afganistán, el pashtún y el dari, entre otros.
Se trataba de Biblias propiedad de un soldado estadounidense destinado en una base afgana, al que se las habían mandado desde la iglesia de su pueblo, en Estados Unidos. El soldado llevó los ejemplares a un capellán y allí se encontró con el equipo de Al Yazira.
Las autoridades militares confiscaron todas las Biblias y posteriormente las destruyeron para asegurarse de que los soldados no harían “proselitismo” con ellas. La portavoz del ejército de EE UU en la base aérea de Bagram, Jennifer Willis declaró: “Puedo confirmar ahora que las biblias mostradas en el vídeo de Al Yazira han sido, de hecho, recuperadas por los capellanes y después destruidas. Nunca fueron distribuidas”.
En el ejército norteamericano existe la prohibición de hacer “proselitismo” cuando las fuerzas están de servicio. Y en los países musulmanes es una actividad perseguida por las autoridades, que la consideran delito.
Solo hay noticias de un caso de conversión al cristianismo en Afganistán en estos últimos años. El hombre que abandonó el islam fue condenado a muerte por apostasía en 2006, aunque ante el escándalo desatado por la sentencia se le permitió desterrarse.
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