Una vez más, Obama profundizó en su historia personal religiosa, a la que ya se ha referido en sus libros, pero que los estadounidenses siguen sin tener clara, tal y como revelan encuestas recientes.
“Soy un cristiano por elección. Mi familia no era de las que iba a la iglesia cada semana. Mi madre era una de las personas más espirituales que he conocido, pero no me crió en una iglesia, así que encontré mi fe cristiana más tarde en mi vida”, explicó el presidente Obama.
La pregunta surgió en una reunión con votantes, celebrada en el patio trasero de una casa en Alburquerque, en el estado de Nuevo México, organizada como parte de sus giras políticas de cara a las elecciones legislativas en noviembre.
DECISIÓN POCO CONOCIDA
Obama, quien en pocas ocasiones habla con tanto detalle sobre su fe religiosa, dijo que decidió asumir los preceptos de Jesucristo como “un tipo de vida que quería seguir” y reiteró que “ora cada día”. “Creo que mi servicio público es parte de ese esfuerzo para expresar mi fe cristiana”, concluyó.
Igualmente, el presidente defendió la tolerancia religiosa de su país como una parte fundamental de su responsabilidad en la Casa Blanca. “Como presidente de Estados Unidos, soy alguien que también cree profundamente que parte de la fortaleza de este país es que abraza a personas de todas las creencias y a las que no tienen ninguna”, expresó.
Pese a las confesiones de este tipo por parte de Obama, una reciente encuesta del centro de investigación Pew reveló que un 43 por ciento de los estadounidenses no sabía qué religión profesaba su presidente y un 18 por ciento sigue pensando que es musulmán
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