Miles  de personas se manifestaron frente al Cabildo  de Asunción para  rechazar el matrimonio de homosexuales. Un ‘no’ rotundo  a la unión  legal de personas del mismo sexo fue el grito que se escuchó  en un  colorido y festivo acto denominado ‘Queremos Papá y Mamá’, frente  a la  antigua sede del Parlamento e impulsado por iglesias cristianas y   movimientos sociales.
Provistos con alusivos colores naranja convocaron al  menos 5.000  personas, entre niños y adultos para oponerse a la  intención de  sectores progresistas que pretenden impulsar la ley que  permita la  unión civil entre homosexuales.
La concentración es uno de los pocos eventos en los  cuales coinciden  católicos y evangélicos que están unidos por la moral,  la ética y las  buenas costumbres.
Los asistentes a la marcha denominada “Queremos Mamá  y Papá”,  entonaron el himno nacional. El maestro de ceremonias aseguró  al final  que “toda autoridad proviene de Dios”.
El pastor Jorge Arévalos señaló que la reunión era  para ‘celebrar la  vida y la familia, que es una maravillosa creación, la  conformada por  el varón y la mujer, junto a los hijos’ y dijo que no  está en el ánimo  de nadie agredir u ofender.
Entre los presentes hubo numerosas autoridades,  entre ellas el  vicepresidente paraguayo Federico Franco. “Nuestra  presencia es para  decir sí a la familia, que es la piedra angular de la  sociedad. Cuando  Dios creó a la familia los hizo al hombre y a la mujer  para que crezcan  y se reproduzcan”, expresó Franco en un discurso.
“Juré sobre la Biblia en este mismo lugar el 15 de  agosto de 2008  respetar la Constitución y las leyes. La Constitución  dice que la  familia” se conforma con la unión entre un hombre y una  mujer”, añadió  el vicepresidente.
Christian Kriscovich, abogado de la Iglesia  Católica, dijo que el  acto se realiza porque los colectivos gays tienen  la intención de  presentar este mes un proyecto de ley a favor del  matrimonio  homosexual, contrariando la Constitución que define el  matrimonio como  la unión del varón y la mujer, y que además aclara que  solo la familia  será defendida por el Estado. Esto implica que cualquier  proyecto de  ley contrario sería inconstitucional y atentaría contra la  tradición  jurídica.
Los colectivos gays dicen que ellos también deben  tener una ley que  les ampare. Al respecto, Kriscovich dijo que el Estado  reconoce a la  familia y ese reconocimiento implica que existe una  realidad anterior a  la ley, con eso se quiere decir que la familia es la  base de la  sociedad. En ella se dan varios valores que no se dan en  otras uniones.  Kriscovich agregó que la homosexualidad existió siempre y  va a seguir  existiendo, sin embargo “jamás un Estado le dio status  legal. Recién a  partir de 1999 empezaron a reconocerse. Eso implica que  hay una  cuestión política detrás, porque se le quiere convertir en un  derecho”.
Paralelamente a la concentración por la familia, a  dos cuadras de  distancia frente al histórico Panteón de los Héroes,  organizaciones de  homosexuales y lesbianas realizaron su marcha por  “la  libertad y la  igualad”, según dijeron sus organizadores.
 

 
 
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