La reunión de la Unesco en Brasilia consiguió un acuerdo histórico entre las tres naciones que cuentan con presencia en la ciudad de Jerusalén. Palestinos, jordanos e israelíes trabajarán en un plan que preserve la Ciudad Vieja, un patrimonio universal que la Unesco mantiene en su lista de bienes amenazados.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) informa de que el plan de acción ha sido presentado por representantes de las tres partes en la 34 reunión del Comité de Patrimonio Mundial de esa agencia, que se celebra en Brasilia. «Se trata de una decisión inédita e histórica que fue muy festejada por las delegaciones que participan en la sesión», añade el organismo. «Mediante este acuerdo, las partes se comprometen a permitir una estrecha vigilancia de todas las construcciones de la ciudad amurallada», explicó una portavoz de Unesco.
RECLAMACIÓN HISTÓRICA
Desde 1967, la Unesco ha sido llamada con cierta regularidad, sobre todo por los países árabes, a intervenir para salvaguardar «el patrimonio cultural de Jerusalén oriental», zona que comprende la Ciudad Vieja. Estos países insistían en pedir que «no se adopte ninguna medida que pueda modificar su carácter religioso, cultural, histórico o demográfico, ni el equilibrio del lugar en su conjunto», según el texto de la resolución de la última Conferencia General de la Unesco, celebrada en 1999. Su solicitud se apoya principalmente en el hecho de que Naciones Unidas considera Jerusalén Oriental como una ´ciudad ocupada´.
La principal preocupación de los países árabes son las obras emprendidas por las autoridades israelíes en la ciudad, sobre todo, las excavaciones arqueológicas. Y es que los israelíes trabajan en estas excavaciones con el fin de reconstruir la historia de sus lugares sagrados, pero las autoridades islámicas temen que socaven la Explanada de las Mezquitas hasta el punto de provocar derrumbamientos.
Hasta ahora, las autoridades israelíes rechazaban estas quejas al estimar que no respondían a una voluntad de proteger el patrimonio, sino a consideraciones políticas.
El compromiso tripartito ha sido anunciado poco después de que el Comité decidiera mantenerla en su lista de bienes amenazados, sobre todo por el «avance de las expediciones exploratorias», que han minado ya muchos de los 220 monumentos que en 1981 valieron al lugar el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad, agrega la Unesco.
Según el Comité, la decisión fue adoptada por las alegaciones de Jordania de que las excavaciones ilegales «comprometen la integridad» de la ciudad, considerada sagrada por judíos, cristianos y musulmanes. La agencia de la ONU lamenta que las investigaciones arqueológicas hayan avanzado en los últimos meses, y ha recomendado una vigilancia reforzada de esas actividades.
EXCAVACIONES EN TORNO A LAS MEZQUITAS
Uno de los puntos de fricción fueron las excavaciones israelíes en las inmediaciones de la Explanada de las mezquitas. «En este momento hay proyectados 13 túneles israelíes en el subsuelo y alrededor de la Ciudad Vieja y Al Haram al Shariff», declaró la embajadora jordana, Dina Katar, durante la reunión del comité de Patrimonio Mundial celebrada en Brasilia.
El texto del acuerdo que recoge El País incluye las aspiraciones palestinas y jordanas al establecer que la Unesco «reconoce la preocupación acerca de las excavaciones arqueológicas israelíes y de las obras en la Ciudad Vieja a ambos lados de las murallas y en sus muros y pide a las autoridades israelíes que proporcionen toda la información relevante».
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