lunes, 23 de agosto de 2010

Millonario ofrece “agua de vida” al mundo

Walter Wang parecía tener una vida fascinante. Creció bajo el liderazgo de su padre, fundador de “Plásticos de Formosa”, en Taiwán y uno de los hombres más ricos del mundo.
Walter es Presidente de “Aguilas J.M.”, su abuelo conoció al Señor por medio de un misionero estadounidense que viajó a Taiwán a propagar el Evangelio.
Su familia emigró a California, dónde continuó su éxito en los negocios. Sin embargo, hace cinco años, su mundo fue golpeado al ser diagnosticado con un extraño cáncer nasal que se encontraba en su cuarta etapa, y que después se extendió a la base del cráneo.
Wang soportó largos tratamientos de quimioterapia y radiación, hasta que un amigo cristiano le preguntó si estaba luchando con la falta de perdón. Tras un encuentro con el Espíritu Santo, él recibió verdadera sanidad.
Wang comenta: “Mi amigo de dijo: ‘Jesús vino a perdonarnos. El carácter de Dios es amor, por tanto, El perdona. El envió a su Hijo amado, a morir por nosotros en la cruz. Si te opones al corazón y al carácter de Dios, nunca sanarás. No recibirás la sanidad.”
Wang escribió nombres de personas a quienes debía perdonar, y los perdonó para siempre.
“Luego ocurrió el milagro. Un amigo, Ricardo, mi esposa y yo estábamos orando en un cuarto pequeño. Y comencé a sentir un calor desde mi cabeza hasta los pies. No pude controlar una risa desenfrenada. Tras diez minutos sin parar de reírme, sentí un ardor en el corazón por un rato, y luego se fue, liberándome, hasta que se fue del todo.” Agrega Wang.
Shirley Wang su esposa comenta:“Supongo que la risa es la mejor medicina. Dios sabía lo que mejor para él, y el cambió.”
Tras cinco meses de tratamiento, Walter dice que Dios lo sanó: “Dios me permitió pasar por esta prueba y tribulación porque tenía un mayor llamado para mí.”
“Mi trabajo es un llamado divino”- Walter Wang
Ser presidente de la mayor fábrica de tuberías plásticas del mundo, puede parecer el mejor negocio, pero para Walter es más que eso. Él afirma que su trabajo es un llamado divino: “Las tuberías traen a la gente, la esencia de la vida.”
El ministerio Águilas JM ha donado miles de tuberías a muchos pueblos del mundo, incluyendo países en África, cuya infraestructura es deficiente, con el fin de luchar contra la enfermedad y pobreza.
“En otras palabras, hay fuentes de agua limpia en África, pero medios limitados para llevarla a quienes la necesitan. Uno de los países beneficiados con esta generosidad es senegal. Águilas JM suplió 70 millas de tubería plástica para transportar agua a decenas de pueblos en ese país, ayudando a más de trece mil personas”, agrega Wang.
Cientos de grifos de agua pública están disponibles para los habitantes, poniendo fin a largas caminatas de mujeres y niños para buscar agua contaminada.
Wang dice: “Usted abre el grifo y el agua sale en 30 segundos”.
Este año, la compañía de Wang embarcó otras 200 millas de tuberías a siete países africanos. Cuando el proyecto acabe, unas 150 cincuenta mil personas tendrán acceso a agua potable. Wang dice que sus padres le inculcaron el principio bíblico de dar.
Walter Wang: “Haga siempre el bien a los demás, y el bien regresará a usted.”
Como su compañía sigue creciendo, Wang cree que Dios lo ha puesto en una posición de liderazgo, no sólo para transportar agua a las personas. El dice que Dios lo está usando para canalizar agua de vida a comunidades, compartiendo el evangelio y hablándoles sobre el poder de Dios.
“En los últimos cuatro años, he viajado alrededor del mundo para dar mi testimonio. Eso es agua de vida, que fluye”, dice Wang.
Agua de vida que ha traído sanidades y conversiones.
La esposa de Wang, una antigua budista, aceptó a Cristo tras presenciar el poder de Dios transformar a su esposo. Ella comenta que todo esto es fe. La fe manifestada que sanó a Walter: “Fe de que al salir por esa puerta no voy a ser golpeada por un autobús, fe en que todas las cosas van a estar bien.”
Ante esto, Walter añade: “Como dijo Jesús, en Juan 10:10, ‘la copa rebosa’. Creo que el regalo de Dios: esa copa, esos dones que rebosan cada día; debemos encontrarlos”.

No hay comentarios: