lunes, 2 de agosto de 2010

Sobreviviente china encuentra verdadera libertad



Recientemente se celebró el vigésimo primer aniversario del ataque del gobierno chino contra los estudiantes que protestaban en la plaza Tiananmen. En este hecho los manifestantes esperaban traer libertad y democracia a China, pero para Chai Ling, una de las líderes estudiantiles, la gran marcha hacia la libertad ha tomado más de 20 años…cuando encontró libertad espiritual en Cristo Jesús.
Todo comenzó en 1989, cuando fue líder en el movimiento estudiantil que tomó la plaza de Tiananmen y, parecía mover a China hacia la democracia y la libertad.
“Fue un tiempo hermoso, la gente salía de sus caparazones, eran libres, llenos de gozo y se amaban” comenta Chai Ling.
Entonces vió a sus compañeros morir cuando tanques aplastaron el movimiento y China mató a miles de jóvenes. Ling agrega que ellos usaron su piel y sus cuerpos, para bloquear los tanques y tratar de protegerse.
Masacre nocturna.

“La noche del 4 de junio, cuando los tanques y tropas entraron, yo no podía creer… que un movimiento pacífico, de amor y cariño fuera enfrentado con tanques y tropas brutales. La muerte ya no era una discusión académica, era real y se movía hacía nosotros”. Chai Ling.
Aún durante la masacre, ella dice que el corazón de los estudiantes estaba lleno de amor.
“Como los amamos, aun a los asesinos, los líderes que ordenaron la masacre y los soldados que siguieron la orden”comenta Ling.
Ling logró escapar de la masacre, pero fue perseguida por las autoridades hasta que finalmente escapó de China en una caja de cargamento, ya que fue puesta en la lista de los más buscados.
Un nuevo comienzo.

Durante dos décadas ella hizo su vida en Estados Unidos, pero estaba espiritualmente desorientada, hasta que asistió a una audiencia en el congreso sobre abortos forzados bajo la política China de tener sólo un hijo.
“Mientras lamentaba lo ocurrido hace 20 años en Tiananmen, no veía la masacre que ocurre todos los días por esta política de un sólo hijo, contra mujeres y niños, los más vulnerables de la sociedad” dice Ling.
Este acto le dolió tanto en su corazón que en desesperación se volvió a Dios: “Me arrodillé en la esquina de mi oficina e invité al Señor a mi corazón a guiar mi vida y perdonar mis pecados. Ahora soy libre. Siento que finalmente encontré un hogar” manifiesta Ling.
Ahora su fe la lleva a compartir el amor de Dios con China y acabar la política de un sólo niño.
Ling comenta que cada día hay más de 35 mil abortos en China y que ésta es una tragedia debe llegar a su fin.
“Siento que el corazón de Dios está horrorizado y escandalizado por este crímen” añade Ling.
Fuente: cbn.com

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